domingo, 23 de marzo de 2008

Persepolis: Un Comic contra el Fundamentalismo y la Discriminación

Sencillamente, un libro brillante. Me refiero a Persepolis, de Marjane Satrapi, devenido luego en la película que le mereció el Premio del Jurado en Cannes en 2007. Aca va un poco más de información extraída de www.guiadelcomic.com

Persépolis es la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un regimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país. El cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica.

Además de diferenciarse de los demás niños por haber sido educada al estilo occidental dentro de una familia de clase alta y por unos padres de ideología progresista y partidarios del islamismo moderado, "Marji" (como la conoceremos al principio de la historia) también tiene una considerable inquietud intelectual para una niña de su edad y notable imaginación que la lleva a mantener conversaciones con Dios -al que encuentra un curioso parecido con Karl Marx- o soñar con llegar a ser algún día la última profeta que siga los pasos de Jesús y Mahoma. La historia de unos antepasados ilustres (su bisabuelo fue el último rey de la dinastía persa de los Qadjar), una familia que se opone activamente al gobierno del Sha, las manifestaciones, la diferencia de clases sociales o la marginación de la niña son algunas de las piezas del puzzle que Marji se esfuerza por componer con la intención de comprender el mundo que la rodea. Al tiempo que va creciendo, Marjane se da cuenta de que el nuevo régimen islámico por el que lucharon sus padres ha caído en manos de los integristas y que no trae consigo nada bueno.

En este punto acaba la historia del primero de los cuatro álbumes que componen Persépolis. El segundo ocupa el periodo de 1980 a 1984 y tiene como trasfondo la guerra entre Irán e Irak a mitad de los ochenta y el inicio de su adolescencia, donde conoceremos, por ejemplo, de su afición a grupos musicales prohibidos por el regimen islámico, y algunos de los problemas en que se mete ya de bien jovencita por su carácter rebelde. El tercer álbum se centra en las múltiples penurias y peripecias vitales que vivirá la autora en Austria entre 1984 y 1989, donde es enviada a vivir por sus padres para protegerla tanto de los bombardeos como de los problemas legales en los que podría acabar de continuar con su conducta, que no siempre se adecuaba a las costumbres propugnadas desde el gobierno islámico. El cuarto y último presentará su regreso a Irán, una época en que realiza sus estudios de bellas artes en Teherán, y tras vivir en Europa varios años nos explica como tiene que volver a acostumbrarse nuevo a las condiciones de vida bajo el régimen chiita de los ayatolá.

Sobre el cómic

Una obra de un indudable valor humano, Persépolis viene precedido de un considerable éxito de ventas para una obra de sus características (30.000 ejemplares vendidos en Francia en un año) y un puñado de premios entre los que destaca los del Salón del Comic de Angouleme (el más importante de Europa), donde el primer álbum ganó el Premio al Autor Revelación (Coup de coeur) el 2001 y el segundo el Premio al Mejor Guión en 2002. Fuera de Francia, en EEUU ha ganado el Premio Harvey a la Mejor Obra Extranjera 2004, y en España fue galardonada con el Primer Premio de la Paz Fernando Buesa Blanco. En Estados unidos también fue nominado en los Premios Eisner 2004 en las categorías de Mejor Novela Gráfica y Mejor Obra Extranjera y de nuevo en la edición de 2005 en la categoría de Mejor Obra Extranjera, mientras que en España también fue nominado en los Premios del Salón del Cómic de Barcelona en la categoría de Mejor Obra Extranjera de 2002.

En Francia los cuatro álbumes de Persépolis fueron publicados entre noviembre de 2000 y septiembre de 2003 por L'Association, editorial independiente que tiene en su catálogo varios destacables cómics autobiográficos como Diario de un álbum de Dupuy y Berberian, Mis Circunsantacias de Lewis Trondheim o La Ascensión del gran mal de David B.

Por último, mencionar que si bien el dibujo de Satrapi es el factor que más hecha para atrás del cómic en un primer vistazo (la propia autora reconoce que "al principio dibujaba muy mal"), sin embargo resulta sorprendentemente apropiado para el tono de la primera entrega de la historia, ya que el grafismo recuerda a los dibujos infantiles y aumenta la sensación de estar observando el mundo precisamente a través de los ojos de una niña.

La autora

Marjane Satrapi (Rasht, Irán, 1969) estudió Bellas Artes en Teherán, y cansada de la censura y de la discriminación de la mujer que tenía que soportar en su país, en 1994 abandonó finalmente su país (había vivido cinco años en Austria en la segunda mitad de los 80) para marcharse a vivir y desarrollar su carrera artística en Francia.


Tras su llegada a París entra en contacto con L'Association, donde la animan (especialmente David B., autor de La ascensión del gran mal y que ejerció de "padrino historietístico" de Satrapi) a crear un cómic donde reflejar sus vivencias y su visión de la sociedad iraní, de la que surge a finales de 2000 la serie Persépolis. Una vez concluidos los cuatro álbumes de esta obra, sus siguientes cómics han sido los álbumes autoconclusivos Bordados (2003), Pollo con ciruelas (2004), ambos publicados por L'Association en Francia y Norma Editorial en España, y donde insiste en el relato inspirado en hechos reales (ahora de familiares y conocidos) y sobre la vida en Irán.

En otros campos artísticos, comentar que paralelamente a la realización de Persépolis Satrapi también escribió y/o ilustró varios libros dirigidos al público infantil: Sagesses et malices de la Perse (2001), Les monstres n'aiment pas la lune (2001), Ulysse au pays de fous (2001) y Ajdar (2002, este último también publicado en España por Norma Editorial). Y por supuesto, últimamente la actividad que le ha ocupado ha sido la película de animación de Persépolis, donde firma guión y dirección conjuntamente con Vincent Paronnaud.

lunes, 10 de marzo de 2008

Igualdad, Discapacidad y Accesibilidad

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó el fallo de primera instancia que obliga a Metrovías y al Estado Nacional a que readecue las estaciones para personas con movilidad reducida.

(6 de marzo de 2008) Con el patrocinio de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), una persona discapacitada que utiliza una silla de ruedas inició una acción de amparo para que las estaciones de subterráneos sean readecuadas para el acceso de personas con movilidad reducida. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal no hizo lugar a la apelación de Metrovías y del Estado Nacional y confirmó el relevante fallo de primera instancia de la jueza federal Liliana Heiland que había ordenado que en el plazo de 6 meses se presente un plan integral de obras.

En ambos fallos la justicia realizó un importante reconocimiento del derecho de los discapacitados motrices a contar con estaciones que le permitan desplazarse sin barreras en los subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. La Cámara de Apelaciones señaló que las múltiples normas que obligan a Metrovías y el Estado Nacional a adecuar los medios de transporte para personas de movilidad reducida sufrieron “un fenomenal quiebre” ya que los prestadores del servicio “incumplieron varias veces su obligación de adaptar el servicio público de subterráneos eliminando barreras”. También remarca que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) omitió el deber de fiscalizar su cumplimiento.

En su fundamento, el juez de Cámara Néstor Buján destacó que la vigencia del decreto de necesidad y urgencia 2075/02 que declaró la emergencia para el sector del transporte hace seis años, no justificó que las obras no se hayan realizado ya que “a la fecha de su entrada en vigencia las obligaciones específicamente previstas en la ley 22.431 y su decreto reglamentario 498/83 (fijando 10 años para su cumplimiento), como la ley 24.314 y decreto 914/97 (fijando 3 años para su cumplimiento) ya estaban incumplidas, por vencimiento de plazos allí previstos”. Los tiempos acordados por estas leyes para readecuar las estaciones se habían agotado dos veces.

Por su parte, el juez de Cámara Pedro Coviello dijo que no existe una justificación “para que se haya dejado de lado a una parte de nuestros habitantes que no porque carezcan de las aptitudes plenas de otros, tengan que soportar que no se les brinde las ayudas necesarias para que puedan superar sus dificultades motrices.”
Asimismo, sostuvo que no hay motivos para que Metrovías pueda sentirse afectada “porque se le exija, simplemente, el cumplimiento de una manda legal (…) máxime que se trata de personas que no tienen otra vía que la judicial para reclamar por el reconocimiento de sus derechos, derechos que la sociedad tiene el grave deber de reconocer, efectivizar y facilitar”.

En el fallo también se puso de relieve “el diario calvario que enfrentan dichas personas de trasladarse en ciudades no adaptadas a su situación, ni en sus edificios, medios de transporte, instalaciones y servicios de distinta índole, impidiéndoles, de tal modo, desarrollar al máximo el resto de sus capacidades y vocaciones, y, al mismo tiempo, privándolos tanto a ellos como a la misma sociedad de brindar y recibir, respectivamente, su aporte en bien de la comunidad”.

La sentencia no se encuentra firme. Los demandados todavía pueden apelar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
De un total de 73 estaciones que componen la red de subterráneos de Buenos Aires, sólo 12 son accesibles para personas con movilidad reducida.

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